sábado, 27 de diciembre de 2008

Perdón

de estos días de paternidad y fin de año:

Escribí una flor y una gota de rocío y un jardín que no se humedeció con lluvia alguna. Quise hacerte una casa en el poema, versada y limpia, de cálida sintaxis; nada hubo anoche que del frío te distrajera. De qué va este oficio que no riega ni calienta, que no sirve siquiera, con exactitud, para decir nada concreto. En las líneas de lo escrito se perdió, incluso, la intención.
Yo
Intentaré recabar fuerza y juventud para ejercer algúna profesión, y siento la tardanza, más lucrativa, más efectiva a la hora de tenerte que ofrecer.

viernes, 12 de diciembre de 2008

Constanza el mar y la pausa

Estos días me sucedió (digo me, pero sucedió así sin ser yo el sujeto del evento, aunque algo tuve que ver) algo de proporciones extraordinarias. Nació mi hija. Es difícil describir qué siento, qué me pasa: hay una pausa extraña en el universo cuando miro sus ojos oscuros, una pausa febril en pulso cuando escucho su llanto. Sé que algo parecido a lo que antes llamaba felicidad habita estos días de recién llegada, pero también sé que viene (esa felicidad) de un lugar de donde nunca antes, y que se posa en un lugar del cuerpo en donde nunca una sensación se había sentido. Lo que sé con certeza es que todos lo mares se han revuelto y son calma perpetua desde hace unos días, y están aquí en su sola presencia, aún en esta ciudad sin puerto.


Algo de mí te anuncia
o viceversa.
Algo de ti es la mar diseminada

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Otro pequeño poema, a propósito de estos días de espera


Anterior al otro

Estoy vacío.

Todo en mí es silencio prolongado.


Ahora puede venir un niño y llamarme por mi nombre
o con cualquier balbuceo
que me haga temblar.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Una Conclusión sobre el decir

Del Tercer apartado de Suplencias Para el Nombre del Padre

XIV

Si esta lengua pedestre, inacabada
alcanzara
tan sólo
a conjurar un minuto tu presencia,

todo esto, lo anterior, lo que se ha escrito
valdría de veras la pena
de que a uno por la calle lo insulten, y lo llamen
poeta.

lunes, 3 de noviembre de 2008

Un poema de Suplencias para el Nombre del Padre

El libro está contruído por una serie de suposiciones, indagatorias, suplencias y conclusiones; he aquí una declaración, la cuarta, para mis (pocos) lectores. Que se diga algo de poesía y no nomás de socialidad ¿no?



Declaración (IV)

De la voz,
el sinsentido:
la pura tonada que acaricie
por dentro
al cuerpo en sus dinteles.

De la música,
sus números precisos.

Del nombre sólo el eco
reposando paciente
en la brisa de todos los mares.

jueves, 30 de octubre de 2008

Presentación de Teoría de la Afrenta

Teoría de la Afrenta de Armando González Torres
en Casa Refugio Citlaltepetl
Viernes 31 de Octubre a las 19:00 hrs.

miércoles, 29 de octubre de 2008

Premiación del "Rodulfo Figueroa" en Cintalapa Chiapas


En una pequeña y pintorezca galería de arte de Cintalapa fue la premiació. Aquí con los funcionarios en el podium

El presidente municpal de Cintalapa (lugar de donde era originario don Rodulfo) dando el discurso oficial: puras flores.

Recibiendo de manos del presidente municipal el diploma (hoy colgado ya en mi casa) y esperando recibir el cheque (en la siguiente ventanilla)

Yo, dando un discurso improvisado pero que al final apantalló.

viernes, 17 de octubre de 2008

Entrevista realizada por Enrique Hidalgo Mellanes, a porpósito del premio Rodulfo Figueroa

Aunque no es toda la entrevista y a mi gusto dejó fuera los argumentos más sólidos sobre el libro, así lo publicó canal 22 en: http://www.noticias.canal22.org.mx/ y así es como la transcribo aquí para los pocos seguidores de este blog.


TUXTLA GUTIÉRREZ, México, 10/10 (N22).- Julio César Toledo (Chicontepec, Veracruz, 1977), es el ganador del Premio Regional de Poesía Rodulfo Figueroa 2008 con el poemario Suplencias para el nombre del padre. El Premio fue convocado por el Coneculta Chiapas.

-¿Tiene usted alguna metodología para encontrarse el objeto poético?

-Supongo, aunque puede parecer un lugar común, que cualquier metodología resulta insuficiente ante el hecho poético. Cada texto me va proponiendo una forma distinta de tratarlo, supongo que cada libro, o mejor, cada poema contiene ya en su virtual existencia la metodología correcta para su creación: soy un convencido de la idea de que la poesía está en la vida, de ahí viene mi idea de que cada texto debe contener en sí la metodología con que se hace, es un poco la vieja apuesta de que forma es contenido. Ahora bien, cada mirada es distinta, y esa es una metodología en sí: el mismo tema visto por dos poetas resultará en dos tratamientos distintos, dos poemas distintos; en eso estriba, supongo, la posibilidad poética.

-¿Cuáles son sus presencias poéticas? ¿A quiénes lee?

-A cuanto puedo. Me interesa mucho leer a poetas mexicanos vivos porque me gusta saber qué escribe la gente de mi generación, la gente que ve las mismas noticias que yo. Pero uno siempre carga, de algún modo, con una mochila llena de libros leídos (la tradición, le dicen) y no puedo evitar pensar en Gilberto Owen y Novo. En poetas más recientes como Enriqueta Ochoa y Jorge Fernández Granados. Son muchos. Cada libro tiene los propios, supongo que uno lee por etapas y eso significa siempre una influencia. Por supuesto abrevo, como muchos jóvenes, de otras presencias poéticas (como las llamas tú) como la música, ciertas películas, etc.

-Como poeta, ¿qué le asombra de la vida o de la muerte?

-Qué pregunta tan general y complicada: yo me dedico a escribir, creo, justamente para poder medio poner los asombros en palabras. Haré un esfuerzo: creo que al poeta le toca entrenar sus sentidos precisamente para asombrarse del mundo. En ese sentido casi cualquier cosa se vuelve extraña porque el oficio disloca el entendimiento o lo agudiza. Cada cosa se vuelve extraordinaria, desde lo más pequeño. La vida me asombra, sobretodo, por su continuidad (ya lo dijo Sabines, no tú ni yo, sino la vida?) y la muerte, quizá, por su capacidad constructora.

-¿Cómo fue escrito el poemario Suplencias para el nombre el padre?

-Con preguntas, sobretodo. Un día descubro que lo que traigo en la cabeza son preguntas y que todas esas preguntas tienen que ver con el origen; algunas aparecían ya en mi libro anterior, Quicio, y eso me dio una pauta clara de por dónde estaban mis obsesiones en ese momento. El libro pasó por varias etapas, como casi todos, me tardé más o menos un año en escribirlo y originalmente era una serie de poemas sobre la existencia de Dios. Pronto me di cuenta de que la figura de Dios se mezclaba con la del padre (en términos reales y simbólicos) y con la del yo. Y así fui definiendo el tono y los "subtemas" que me interesaban.

viernes, 10 de octubre de 2008

Un comunicado de Coneculta, Chiapas

Julio César Toledo, ganador del Premio Regional de Poesía “Rodulfo Figueroa” 2008
Con el poemario titulado “Suplencias para el nombre del padre”.


Por: Dirección de Difusión Cultural

Publicado: 10 de Octubre de 2008Versión para imprimir Enviar esta noticia a un amigo

Tuxtla Gutiérrez, Chis.- De acuerdo al fallo emitido por el jurado calificador del Premio Regional de Poesía “Rodulfo Figueroa” 2008, Julio César Toledo, originario de Chicontepec, Veracruz resultó ganador de este certamen. El objetivo de la convocatoria fue estimular la creatividad y el talento artístico y literario de los poetas del sureste del país, y surgió como iniciativa del Gobierno del Estado de Chiapas, a través del Consejo Estatal para las Culturas y las Artes (Coneculta). Participaron poetas nacidos en la Región de la Frontera Sur (Chiapas, Tabasco, Veracruz, Campeche, Quintana Roo y Yucatán) y aquellos de otros estados que comprobaron una residencia mínima de cinco años en la región. El jurado calificador integrado por los maestros Luis Armenta Malpica, de Jalisco; Luis Aguilar Martínez, de la ciudad de México y Francisco Magaña Magaña, de Tabasco, fueron los que decidieron otorgar el premio al poemario Suplencia para el nombre del padre.Este poemario estaba amparado bajo el seudónimo de Doménico Batista y al abrir la plica de identificación se encontró el nombre del ganador Julio César Toledo.En el acta del jurado se puede leer que Suplencia en el nombre del padre destacó, entre un total de 31 libros, por dos aspectos: la nitidez de su factura y el tratamiento del tema. Ambos factores van unidos con soltura y construyen un libro que en sus dos primeras partes consigue lo mejor de sí.El poemario afina un discurso que apuesta por la precisión y que da como resultado una poesía que transmite, no sólo describe, aconteceres de la memoria del padre y del amor carnal. Y por ello mantiene la tensión del lector, según se afirma en el dictamen.La ceremonia de premiación se llevará a cabo el día viernes 24 de octubre, a las 19 horas, en la Galería de Artes de la Asociación Cintalapaneca para las Culturas y las Artes, en la ciudad de Cintalapa, Chiapas

lunes, 29 de septiembre de 2008

Un Poema para Constanza

Aprendí de una de mis madres la importancia que tenía construir una casa para los nuestros, para los hijos que vienen sobretodo. Va una casita hecha por mi pluma:

Testamento

Esta casa es tuya.
Sus pisos fríos son para que andes,
para que tus arcos pequeños los recorran y definan.
La fachada está desvencijada,
le faltan cosas esenciales, otras le sobran
pero el interior
y su cobijo son sólo para ti:
guarecerte es su frágil juramento.
Este pequeño hogar es tuyo,
es privada propiedad de tus anhelos,
tus caprichos.
Sus adornos son ideas sobre tus gustos,
sus ventanas esperan cercar el canto suave de tus tardes.
Es para ti, para los ratos en que quieras estar bajo este techo
tranquila y postergada en el mundo
también
como el silencio de esta casa
hoy día que no has venido aún a habitarla.
Tómala, transita, cuelga cosas y deshazla,
no dudes en fincar otra más alta, con más cuartos
con terrazas. Es para ti.
Por eso ves que en la pintura caída,
en ciertas puertas que van hasta la calle,
esta casa,
ostenta a letras grandes tu nombre, y en el eco
tu voz tan esperada.

martes, 23 de septiembre de 2008

Primer Premio Virtual De Cuento

Va una convocatoria pa chamacos nóveles...

Con la finalidad de promover la escritura narrativa entre los jóvenes mexicanos, se convoca al

Primer Premio Virtual De Cuento
Las Afecciones Narrativas

Podrán participar todos los escritores mexicanos de 18 años o menos que lo deseen con un cuento inédito de tema, forma y extensión libre (aunque Las Afecciones Narrativas recomienda que el texto sea breve y conciso).

Cada autor deberá enviar el texto con el que desea participar a la dirección electrónica lasafeccionesnarrativas@gmail.com en un archivo adjunto y en formato de Word (.doc). No se abrirán archivos en otra extensión. Tanto en el texto como en el cuerpo del correo deberá aparecer el nombre y correo del autor. El participante deberá anotar en “Asunto” el lema Premio Virtual Afecciones Narrativas.

El plazo del premio quedará abierto desde la publicación de la presente convocatoria y hasta el 15 de noviembre de 2008. No se admitirán textos después de esta fecha.

El premio consistirá en la publicación del cuento en Las Afecciones Narrativas así como en 2 revistas impresas de circulación nacional y en un paquete de libros. Eventualmente incluiremos a los mejores autores en nuestro Blog:

http://www.lasafeccionesnarrativas.blogspot.com



Gracias por participar.

viernes, 19 de septiembre de 2008

MEDIA NOCHE EN BAGDAD


Bagdad es el centro de la tierra
porque todo alrededor es un desierto.

Tanta luz,
todo el calor,
quemadas mis pupilas
por la media noche.

El daño se hizo desde el mar,
hacia la piel y en las sábanas manchadas
que son mortaja: serán tormenta.

Bagdad, entonces, es un castillo de arena
cuesta arriba, sin humedad.

jueves, 4 de septiembre de 2008

La intranquilidad del desierto por Luis Téllez-Tejeda

Un texto agudo y nada complaciente sobre Quicio de la autoría del Pávido Navido y cuya fuente original es la revista electrónica de la UNAM, punto en línea: http://www.puntoenlinea.unam.mx/index.php?option=com_content&task=view&id=206&Itemid=1

Todos los sitios tienen, de algún modo y en cierta medida, la aridez del desierto. Esto se vislumbra a través de los poemas de Quicio, entrada de Julio César Toledo al mundo de la poesía publicada.En Quicio una serie de textos se encadenan a partir de las imágenes poéticas que el desierto alberga o puede albergar; desde aquellas que toman como punto de partida las características físicas del espacio mismo: el calor, la arena, la aspereza del terreno, hasta las que refieren estos elementos desde el interior del individuo, que no se limita a la contemplación, que vive su propio desierto.Así, la primera relación establecida entre la voz poética y el ámbito geográfico que le sirve de marco es la descripción, quizá no pormenorizada sino visceral, lo que podría llevarlo al riesgoso camino de la conmiseración y a utilizar el pasaje desolador como único referente para la construcción de imágenes, sendero al que nunca llega Toledo. Muy al contrario, huye de la fácil invención de paisajes sórdidos y oscuros muy frecuente en quienes se inician en la creación de poesía. Por otro lado, encuentro en sus líneas el aprendizaje de talleres y de lecturas cuidadosas de los poetas de su generación.Pronto aparecen en la lectura algunas revelaciones sobre realidades conocidas, nuevas formas de nombrar al mundo desde el asombro de quien descubre una verdad esencial al menos para un momento, el momento de la lectura: “el desierto es límite o frontera, / fin del mundo e infierno sustituto”.Y es que, aunque se ha escrito tanto sobre las dunas ardientes y la soledad que las rodea, nos encontramos ante una primicia que totaliza la experiencia de ese espacio, complementándose con: “Bagdad es el centro de la tierra / porque todo alrededor es un desierto”.Ronda, durante esta parte del libro, la anécdota borgiana de los dos reyes que compiten por el laberinto más difícil y gana aquel que descubre en el desierto el mejor de los laberintos y que, paradójicamente, es el peor, por solitario.El espacio se corporeiza y no es sólo un repaso de las fantasías y preconcepciones desérticas: algunos poemas nombran sitios concretos, identificables con un imaginario arabesco, remoto y contemporáneo. Ahí están Bagdad y Nefud, además de referencias a la cultura del Medio Oriente que no terminan de atinar en la mirada más bien introspectiva del poeta que de pronto da saltos hacía textos más bien líricos en los que es posible encontrar, incluso, cierto aire de veneración.Es necesario detenerse en el carácter personal de los poemas de Toledo, pues no escapa a hablar de su propia vida, de las ausencias del pasado, claras marcas en la construcción de su propio desierto, el silencio que se vuelve palabra y se vierte en verso, no para exorcizar sino, acaso, para nombrar el dolor que habita a lo largo de Quicio: “Detente ya, silencio / ¿Por qué tomas de escudo esta mañana, / si has estado aquí desde mi adolescencia?”Merece mención aparte “Un dragón para San Jorge”, una especie de réquiem por la ciudad, hostil e inhóspita como los otros escenarios explorados que ya ningún héroe puede enfrentar con la suerte de salir librado, menos el remedo de Jorge, el descontinuado del santoral católico. Cualquier acto de valentía, así sea subirse a un taxi, es nimio ante la pus que envuelve la metrópoli.No comparto la idea de la ciudad que se esboza en el poema; sin embargo, llega a conmover la tranquilidad con que se hilvana la sordidez en los versos que van haciendo crecer las sensaciones de asco para culminar con una escena de tristeza absoluta.
Y en un cuarto pequeño, entre edificios, un bendito viejo jubilado pule la memoria en el reflejo de su lanza. Llora y bebe en silencio. Busca en el yeso desprendido del pretilla figura de un dragón que degollar.
Luego aparece el mar, su presencia al menos, por el que la voz pasea para ofrecer algunas estampas, también de soledad y de abyección, quizá con mayor precisión para el dolor que en el apartado anterior. “Mar y soplo”, como se denomina esta sección, es un recorrido por imágenes más concretas: calles, muelles, viajes, semáforos, todos espejos donde el poeta se refleja para encontrar frustraciones, un estado de ánimo constante y una voz que comienza a despegar para preguntarse, para hablar de sí misma, de la poesía y del lector.Lo urbano se convierte en el nuevo desierto. Aunque atestada, la ciudad se mira desde la soledad, desde la altura de un avión, desde el recuerdo. Al no haber un claro hilo conductor en este fragmento del libro, la lectura se vuelve más pausada y corresponde al lector construir su propia totalidad. Cada poema propone espacios distintos, el poeta se da el tiempo de escudriñar con mayor calma lo que sucede en los espejos a los que se asoma.Con esta primera obra, Toledo se arriesga a no repetirse, a continuar la búsqueda por los más diversos caminos como el mismo libro lo muestra: un autor que no se ciñe a ninguna forma aun si la encuentra cómoda.Cierto es que en Quicio algunas figuras se repiten sin explotar otras posibilidades, no pocos adjetivos restan fuerza a imágenes que podrían impactar más; de pronto, muy de pronto, saltan las asonancias que detienen el fluir de la lectura, sobre todo cuando se intenta hacerlo en voz alta, pero los versos de esta breve obra atinan en contar con gran honestidad el mundo que su autor descubre.
Luis Téllez-Tejeda (Naucalpan, México, 1983) es poeta, cronista y editor. Estudia Lengua y Literaturas Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Ha publicado poesía en los libros colectivos Crimen confeso (Daga, 2003), Espacio en disidencia (Praxis, 2005), Al frío de los cuatro vientos (Instituto Mexiquense de Cultura, 2006) y Los mejores poemas mexicanos (Joaquín Mortiz; FLM, 2006); en las revistas Viento en vela, Literal y Punto de partida; en el suplemento cultural Arena y el periódico Unomásuno. Ha publicado reseñas y artículos en Libros de México, El bibliotecario, Solario y Punto de partida. Es editor del boletín sobre literatura infantil-juvenil y promoción de lectura Puntos y líneas, coordina el área de publicaciones del capítulo México del International Board on Books for Young People. Imparte talleres de creación literaria para niños de poblaciones vulnerables dentro del programa Alas y Raíces del Conaculta. Ha participado en diversos congresos en México, Brasil y Cuba.

martes, 19 de agosto de 2008

Roxana Elvridge-Thomas y Álvaro Solis, sobre Quicio.

Dos de los poetas que más respeto y además que más aprecio como personas, escribieron unos textos muy chidos sobre Quicio y los versos que hay en él. Acá dejo esas amables palabras de estos poetas a manera de agradecimiento para ellos (aunque más parezca promoción de mi libro).

QUICIO, O EL MITO QUE REINVENTA EL POETA
Roxana Elvridge-Thomas

Quicio, de Julio César Toledo, es revelador desde su título. Hablar de un libro como un “quicio” nos remite a traspasar una entrada, sí, pero también a adentrarnos en el íntimo universo del autor, a internarnos en su palabra y dejarnos seducir por sus ritmos para, temblorosos, descubrir los misterios que yacen en el interior.
Al traspasar el marco, nos encontramos con las dos habitaciones interiores que el poeta nos quiere mostrar en esta reunión, en este libro: “Fuego en tierra” y “Mar y soplo”, donde nos encontramos en primer lugar con el tema del desierto en diversas acepciones y posteriormente arribamos a la morada del mar y el aire. Ambos aposentos se complementan y cruzan entre sí de una manera armónica, con inteligentes hilos conductores (pasillos y pasajes, puertas correderas, ventanas, balcones) entre ambas secciones-moradas.
Nos hallamos entonces en un libro- estancia con poemas contundentes, gran ritmo e imágenes poderosas, altamente sensoriales. Julio es dueño de una voz propia que se mantiene a lo largo de todo el poemario, demostrando dominio de su oficio poético. Muchos de los poemas que se congregan en Quicio manejan intertextualidades muy bien resueltas, las cuales dan a los textos una especial calidad plurisémica y evocadora. Lo anterior se debe a que el autor conoce perfectamente su tradición, se inscribe en ella y a partir del lugar que ha elegido, crea sus poemas. Denota una muy buena asimilación de sus lecturas lo cual le permite entablar diálogos a muy diversos niveles: con otros poetas, con sus objetos de estudio, con el pasado, con la vida contemporánea, con su condición humana. Los poemas también entablan cómplices diálogos entre ellos mismos, por lo que en cada sección hay poemas clave que nos traen al hoy de una manera reflexiva y en torno a los cuales se crea la constelación de los otros poemas.
Los poemas breves poseen una potencia que les dota de un carácter rotundo, de certeza recién descubierta y compartida con el atónito lector que sólo atina a asentir embelesado. Tal es el caso de poemas como “Fuego nocturno”, “Todopoderoso”, “Este Pulso”, “Detente ya silencio”, “Media noche en Bagdad”, “Sea” y el extraordinario “Madrugada en Nefud”.
En los poemas extensos que encontramos en el libro, logra el autor mantener tanto su voz poética como un carácter perentorio que evita que el poema se caiga. Es realmente placentero abrir un libro y encontrarse con un poema extenso tan certero, bello y vigoroso como “Cuando digo desierto”, de una factura extraordinaria, o más adelante esa otra joya que es “Un dragón para San Jorge”.
En todos los poemas hay una interesante creación de atmósferas que se van decantando a lo largo del poemario desde la pesadez del desierto, donde el aliento cálido que emana de estos poemas se pega a la epidermis del lector y embarga su lectura, hasta los aéreos poemas finales, pasando por la humedad que conecta a ambos elementos (aire y fuego) con tino y lucidez.
Un aspecto que me interesa señalar es en la mitificación que lleva a cabo Julio César Toledo tanto del espacio como del poeta mismo. A lo largo del libro se observa la geografía mitificada, así como la idea de tiempo mítico: aquél que sucedió en el principio de los tiempos, pero que se repite cíclicamente gracias al rito que lo propicia, que es el decirlo en el poema. Asistimos a la búsqueda y descubrimiento del origen: el agua fecunda, el pez primigenio, la ciudad de arena, la primera ciudad.
Encontramos acciones fundadoras que precisamente al ser dichas vuelven a crear para nosotros el universo mítico de Julio. Asistimos al develamiento del axis mundi, que es muy específico en “Medianoche en Bagdad”:

Bagdad es el centro de la tierra
Porque todo alrededor es un desierto.

Pero ese centro de la creación se extiende, es el silencio, el sol que quema en el desierto, el lugar en que fue engendrado ese personaje que es la voz poética. Y la voz poética no solamente habita el desierto, ella es el desierto, ya que a donde vaya el desierto lo sigue, todo lo que hace, todo lo que dice, el desierto lo embarga. Tal es la trascendencia de esa primera sección del libro.
Más adelante, el mito fluye en su entorno líquido, se hace grácil con el viento, pero nunca olvida el germen calcinante de su origen desértico y esa llaga de la que mana la mejor poesía.
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CUANDO TODO SE FUNDE Y LA PIEL SE NOS INCENDIA,
Quicio, nuevo libro de Julio César Toledo
Por Álvaro Solís

Si la poesía no es fuego vivo, no es poesía. Creo que cada uno de los versos que conforman un poema, un libro de poemas, una obra, debe tener ese calor que arde sobre la piel, sobre la mirada de quien lee, sobre los poros de quien escucha. Así, en la tradición poética de nuestro país, podemos encontrar inmejorables ejemplos, ni qué decir de otras tradiciones, donde la memoria privilegia la honestidad, la fuerza con que una obra se ha sazonado en el oscuro y a veces luminoso corazón de los poetas. Son precisamente este tipo de obras las que nos avasallan, que permanecen y permanecerán imbatibles ante la adversidad del tiempo y la desmemoria.
Este es un compromiso que advierto de inmediato en la poesía de Julio Cesar Toledo, quien con una voz potente y de alto registro, da cuenta del mundo, de la ciudad, de los sentimientos que le han tocado en suerte, ya el amor, el abandono o esa extraña soledad de los que viven esta inclemente, placentera, superpoblada pero a la vez desértica Ciudad de México.
Así sabemos que, como Bagdag, esta ciudad también es el centro de la tierra, como lo es Veracruz o Dinamarca. Cualquier lugar real o imaginario en donde nos atrevamos a poner nuestro pies, se convierte de inmediato en el centro de la tierra, porque como sentencia Julio César en uno de sus versos más luminosos, todo lo que nos rodea es un desierto, un frío y a la vez caluroso, un hermoso e interminable desierto.
Es este afán del mundo por ser desierto lo que quizá ha motivado a Julio César a escribir sobre la aridez, los secos paisajes, la inclemencia del día a día, el peregrinar por esa adversidad del aire, de la incandescente arena que calcina cada uno de nuestros pasos y nuestros anhelos. Si en Edmond Jabés, el desierto es una metáfora de la imposibilidad escritura, en Toledo, el desierto representa la adversidad, lo nefasto, lo errabundo de la vida. ¿Cuál de estas dos opciones será la más terrible? Si las palabras ardiendo adentro de nuestro corazón condenadas al perpetuo silencio, o las palabras ardiendo en nuestras manos, llenando las hojas en blanco, destinadas a su vez a este otro desierto donde el tiempo nos deshidrata sin matarnos. Creo que ambas son posibilidades igual de terribles, creo también que las dos son apuestas hacia la sinceridad de la escritura y atañen a la esencia misma de la condición humana.
El desierto es el lugar en donde no debería habitar nadie, ni nada, como aquel Desierto de Atacama al que canta, al punto del delirio, nuestro admirado Raúl Zurita. Si el desierto es la imposibilidad ya de la escritura o de la plenitud humana, es un hecho que lo que realmente yace detrás del silencio o la infelicidad es la condena a la errancia, a no poder quedarnos quietos en esa tranquilidad de los que son felices y plenos. No podemos sino habitar nuestra condena impuesta por el destino al que nos enfrenta cada día el lenguaje y el ejercicio de la escritura, al que nos condena el interminable oficio de vivir.
Al margen de lo anterior, quiero señalar algo que llama mi atención en cuanto a Quicio y a su autor Julio César Toledo, me refiero a su procedencia académica y formativa, en especial al Claustro de Sor Juana. Y es que son varios los poetas que han surgido y han formado allí, y de los que he tenido noticia, se me vienen algunos nombres como Roxana Elvridge-Thomas, Hernán Bravo Varela, Elvia Navarro o más recientemente a Juan Carlos Cabrera Pons y claro, el poeta que hoy nos ocupa. Más allá de las convergencias o divergencias que puedan existir en la obra de los autores a quienes acabo de señalar, creo que debe el Claustro es uno de los centro neurálgico de la nueva poesía joven de nuestro país.

lunes, 18 de agosto de 2008

Estos días de volver


Este es un poema viejito que quedó inmortalizado en un mural allá en polanco, en un lugar llamado "el semillero" (http://www.semillero.net/). Gracias a Eve, por pensar en mí para ello.

SALMO DE LA PASIÓN

Hay un núcleo en la sangre que la agolpa.
Inyecta la pupila con su aliento, dilata los alvéolos:
bufa/ Mata/ dibuja en las espaldas.
Fuego líquido que irisa las banquetas,
mirada y lontananza; es arritmia anterior a la locura
¡es la locura!
Es el grito y su raíz, origen bestial de todo origen:
implosión/ Big Bang/ barro en el fuego.

Hay un núcleo en la sangre que desboca.

Púrpura infinito de tormentas en la cama.

Pasión, imploramos tu presencia.

viernes, 8 de agosto de 2008

Otro de Quicio


PAISAJE



I

En la vereda la luz se multiplica.

Tras el manto de nieve un bosque se adivina,
se presiente un follaje, un marzo
que dejó un paisaje inacabado.

No hay límite preciso que divida
la blancura del cielo del árbol que me observa.

El frío
es inmóvil silencio que penetra,
ahuyenta a las ardillas;
todo, excepto la esperanza, se congela.



II

Para volver
sigo las huellas del día sobre el camino,
retazos de pisadas en la nieve
(debo adelantármele, se va).

El ocaso pierde brillo.

En la montaña se oye
la noche que desciende resbalando:
alud que se aproxima.

Y
tras el manto nocturno se anticipa
la mañana con su luz.

miércoles, 23 de julio de 2008

Nuevo Blog de Narrativa

Le damos la bienvenida a un blog que pretende emular el esfuerzo de difusión de las Elecciones Afectivas, pero esta vez por y para la narrativa actual mexicana. Se inicia con un texto de Mario Bellatin y esperemos que se vayan sumando autores igual de interesantes.

http://lasafeccionesnarrativas.blogspot.com/


Pueden enviar sus textos (con foto y biografía) a lasafeccionesnarrativas@gmail.com y difundirlo entre los narradores que conozcan. Larga vida al blog.

Infancia en la Pecera

Peces

En el pavimento, la lluvia hizo un cauce abundante y cristalino. Los niños saltan felices calle arriba desafiando la corriente que baja hasta las casas de la esquina. Se les ve felices, se adivina en sus boquitas abiertas el corazón latiendo apresurado; la risa todo lo salpica con su alma escurridiza. Uno y otro; niño y salto haciendo el ritmo sobre el agua. En la acera, paciente y seca la adolescencia frunse el ceño (es la nube detrás del aguacero): oso a la caza del salmón.

lunes, 7 de julio de 2008

Sonetos (son-netas)


Ahora estoy escibiendo algo así como un libro de sonetos sobre las verdades que casi nunca se dicen. Son netas estos sonetos. Aquí dejo un sonetillo del libro y un link de una hoja literaria que publicó otro de mi autoría... por cierto, gracias a Antonio Riestra por Ojos de Papel Volando.

Adolescente pasado de moda


Te vi por vez primera en la piscina,
esbelto, con el dorso tan desnudo:
mi panza y mi garganta hicieron nudo;
más tarde me ofreciste cocaína.

Y yo que había jurado no drogarme.
Y yo que no buscaba una aventura
probé en un solo día la calentura,
la droga, y también enamorarme.

Dijiste que era yo como ninguno
acaso por no estar en tus sentidos
pero ambos nos amamos embebidos

al punto de acabarnos nuestros cuerpos.
Hoy que te vas me dejas sin alberca,
adicto, con mis nudos, sin recuerdos.



http://papelvolando.blogspot.com/

jueves, 19 de junio de 2008

El rostro de un poeta

Quién no sabe, quién se atreve a no saber – aún en estos tiempos en que todos los muros parecen derrumbarse- que un rostro, cualquiera, por ajeno o cercano, es siempre la certidumbre.Las paredes de esta ciudad están llenas de grafitis inentendibles y algunas, afortunadas, dicen cosas: te amos sin dedicatorias precisas (flechas idiomáticas perdidas en busca de algún pecho), afrentas dirigidas y que más valdría no terminar de leer. Pero por mi casa – ay, barrio, no te acabes- algunas paredes dicen poemas. No hablo del amor que se les tiene, no es una metáfora ( ah, ¿no?); alguien, algunos, vaya usted a saber quién, escribieron poemas en las paredes y les pusieron firma y todo, dándole crédito a los autores. Hasta Octavio Paz y su piedra de sol que – seguro- nunca vinieron por acá, anda en un muro blanco que está cerca de una farmacia. No se quedaron contentos con escribir, sin recato, los poemas que digo sino que también dibujaron (a lo mejor ni se dice así) los rostros de los autores. Y ahí sí que pienso y confirmo que una cara todo lo clarea (aunque ni se parezcan éstas a los de a de veras). Una palabra bien puesta duele. O alimenta. Pero una palabra a lado de unos ojos, nariz, boca, la boca... de un rostro, vamos, es una certeza de lo que se intuye: poesía. A mí me gustan las cosas así, clareadas; me hace mucho bien pasar todas las tardes, ya de regreso, por una pared grandota donde está un Ricardo Yañez (uno, el que ama, estoy seguro) y su poema. Ahí siempre dispuesto, viendo, asumido en sus trazos de aerosol y monumento bidimensional. Hoy pasé y quise saludarlo –josepú-, me lo pintaron: una o dos capas de pintura blanca y muy nueva propaganda y ya no está ese poema, ni el rostro mal hechote de Yañez que me esperaba ahí como a las 6 en su pared. Me acuerdo "no me importa significar: me importa ser" , ¿y yo? ¿y mi certeza de leerlo ahí, siempre a lado suyo? Qué egoísmo. ¿Con quién me quejo? ¿Quién borró a Ricardo de la avenida? Por eso, lo tengo que decir, se les caen a cada rato las paredes, porque no hay poesía, y si la hay – qué tontos- la quitan.

martes, 17 de junio de 2008

1er Encuentro de Jovenes Escritores Acapulco 2008

De cómo el Hades se nos volvió el Olímpo en una Playa.

Qué feo es el centro de Acapulco. Qué feas casi todas sus playas. Pero cómo disfrutamos la compañía de unos y otros, escritores, convocados y reunidos en el 1er Encuentro de Jovenes Escritores Acapulco 2008.

Si bien no estábamos en la zona "diamante" (me parece que esa palabra es un eufemismo para decir: prohibido la entrada a los pobres), el hotel era una especie de chiste que no logramos entender, y los alrededores medios sucios (aunque al paso de las horas se volvieron pintorezcos, hay que decirlo) disfruté mucho el viaje como la Iliada resulta disfrutable.

Después de las lecturas matutinas, nos aventuramos (entusiastas argonautas que queríamos enseñarle a Luis Paniagua, nuevo en eso de acapulquear, que algo ahí valía la pena) a buscar un lugar en dónde estar. Y de pronto, sí, la providencia disfrazada de acapulqueño (oráculo certero) nos invitó a pasar a un restaurante-bar, el Cocoloco...

Entendimos, entonces, que el destino nos había llevado a allí. Todo comenzó a llenarse de sentido: unas chelitas bajo una palapa con charla de esa que alimenta el alma. Provindencial, también, apareció una señora de esas muy morenas, en el sigilo, tras la espalda de Daniel Saldaña, embadurnándolo de un elíxir aceitoso y ofreciéndole, oh Afrodita de Caleta, un masaje; exigiéndoselo minutos más tarde. Una vuelta en la banana, y Luis Tellez-Tejeda dice que no gracias, al tiempo que algunos contenemos las ganas de alburearlo. Y las chelas venían en una cubeta en forma de ranita… qué bien se está uno aquí, empezamos a pensar. Luego vino la variedad (¡Aristófanes, no te acalores!): frente a nosotros unos paramédicos cosían la ceja de un nadador accidentado, así, sin echarle en la herida más que agua sacada de un vaso desechable, qué valor, pensamos todos, y ese es un centurión digno de otra cubeta de ranita, dijimos. Y otra de esas mujeres asediando la espalda de Saldaña apareció. Tellez-Tejeda al borde del llanto, oyendo Perfume de Gardenia dedciada sólo para él por Fernando Trejo, que estaba, también, desaforado por la experiencia acapulqueña. Víctor Cabrera dormía y comía pepitas (¡al mismo tiempo, qué proeza!) Sergio Loo exponía elegantemente su diatriba detractora contra la experiencia del parachute, Rodrigo Castillo, casi sin darse cuenta, confesaba al cobijo de nuestro nuevo templo (El Cocoloco, donde el cliente es primero) que alguna vez los vistieron de marinerito para una foto, y al cabo de las ranitas y las horas, aceptamos lo bello, lo olímpico y sobrecogedor que es Acapulco, cuando se está en un encuentro de escritores.

Que alguien más reseñe las mesas y lecturas (muy buenas, nutridas e importantes, cierto) pensé cuando me propuse descubir lo que había sucedido el fin de semana del 13 y 14 de junio en Acapulco. Comprendimos, los que estuvimos ahí, varias cosas vitales:

1) Nuestra Antología de Poemos, para Emos (Me gusta cuando llueve porque nadie se da cuenta que lloro) será un éxito de venta proximamente.
2) Quien no conoce el Cocoloco, no conoce Acapulco.
3) Lo mejores tiempos de Acapulco, si los hubo, fueron hace mucho tiempo.
4) A Luis Tellez-Tejeda, le gusta la poesía chiapaneca.
5) Balam Rodrigo es el líder moral de los encuentros de escritores recientes.

Entonces, nutridos de poesía, reflexión y acapulquerías, regresamos; con la idea de volver, sí, al segundo encuentro que propusimos se llamara: Encuentro de Jovenes Escritores Cocoloco (donde el cliente es primero) 2009, o bien, Encuentro de Balam Rodrigo y Jovenes Escritores 2009.

La Ranita de las Chelas
Poetas rumbo al Cocoloco (donde el cliente es primero)
{Fernando Trejo, Luis Tellez-Tejeda, Daniel Saldaña, Luis Paniagua, Balam Rodrigo}

lunes, 16 de junio de 2008

Se presentó Quicio con muy buena vibra



Gracias a los presentadores y a los que asistieron. Acá dejo un poemita del libro:
FUEGO NOCTURNO
Anocheces.
Tu silencio se vuelve pausa
de todo el universo.
Eres el sueño de la ciudad
(las luces, rebeldes, invaden ciertas calles)
sigues ahí,
aliento que cobija nuestra entraña.
Iracundo dolor de aceras grises
vuelve
a ser oscuridad, silencio.
Eres fuego que calcina;
eres el fuego que calcina la noche.


Roxana Elvridge-Thomas, Álvaro Solís, yo, Rodrigo Castillo

martes, 10 de junio de 2008

Este jueves, presentación de Quicio.

Una nota de prensa sobre Quicio.

“QUICIO”: LA RECONCILIACIÓN POÉTICA DE JULIO CÉSAR TOLEDO CON EL MUNDO
“Todos los poetas buscamos ser Adanes, ver las cosas con ojos de niño y nombrarlas por primera vez”, dice Julio César Toledo (1977), escritor oriundo de Chicontepec, Veracruz, al referirse a su más reciente libro, Quicio, coeditado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y la dirección general de Vinculación Cultural, mediante el Programa Cultural Tierra Adentro.
Se trata de la tercera publicación del autor, quien anteriormente escribió Del silencio (2003), su primer poemario, y Hombre, mujer y perro (2004), una obra de teatro.
Interesado en el uso de la palabra como una herramienta de reconstrucción del mundo, Toledo hizo un repaso por su pasado, una marcha atrás para reconciliarse con él mediante la escritura.
“Creo que la poesía tiene la capacidad de cambiar no sólo a los lectores, sino a quien la escribe, de hacerlo crecer”, explica el autor, quien se interesa por la relación de la poesía con lo sagrado, así como por las posibilidades que ésta ofrece para acercarse al mundo con la mirada de un infante.
Quicio es la respuesta de Toledo a una inquietud personal: su urgencia de reconstruir su relación con el mundo, “no sólo desde el aspecto de la forma del lenguaje, sino desde una conciencia del mismo, de su capacidad generadora.”
El nuevo poemario, se integra por dos secciones: Fuego en tierra y Mar y soplo. En la primera parte, el autor se remonta a sus orígenes, a su infancia en el desierto mexicano y, al mismo tiempo, a sus raíces familiares en Líbano. La aridez del desierto figura como un símbolo que cristaliza su reconciliación con el mundo.
No sólo es un poemario introspectivo. Toledo admite que sus intereses sociales y políticos se colaron en la escritura en algunos textos. El más evidente es Media noche en Bagadad, que habla sobre el hastío de la guerra, de la impotencia generacional ante el desastre inminente.
Mar y soplo, la segunda parte del libro, agrupa poemas menos formales y sirve como una contraparte al desierto. Es el lugar desde donde el autor pretende desatarse de sus orígenes y emprender un vuelo poético.
Más conectado emocionalmente con los poetas vivos que con los muertos, Julio César Toledo menciona la obra de Roxana Elvridge-Thomas, Julián Herbert y de Óscar David López, artistas de generaciones recientes que muestran de que la poesía mexicana se mueve por caminos tan disímbolos como atrayentes.
“Veo en los poetas de mi generación la intención de asumir la tradición poética de una manera distinta, no creo que sea una generación que reniega sobre lo ya hecho, pero sí que asume que no hay nada nuevo bajo el sol y que ahora debe darle una forma distinta a la poesía. Todos los poetas buscamos ser Adanes, ver las cosas con ojos de niño y nombrarlas por primera vez.”
El autor, que el año pasado obtuvo la beca de la Latin American Artist Foundation de Nueva York, busca encontrar sus lectores con Quicio, un libro que pretende, con cada poema, suscitar experiencias totalizadoras.
El libro de Julio César Toledo será presentado el jueves 12 de junio a las 19:00 horas en el Museo Nacional de San Carlos, sito en Avenida Puente de Alvarado 50, colonia Tabacalera.

martes, 3 de junio de 2008

Presentación de mi libro QUICIO, los espero


Será en el Museo de San Carlos (Puente de Alvarado 50, cerca del metro Revolución). a las 7:oo de la noche. Presentan Roxana Elvridge-Thomas y ÁLvaro Solís. Modera Rodrigo castillo. Va a ver vino de honor. No falten, inviten gente.

miércoles, 21 de mayo de 2008

Carruaje de Pájaros, Encuentro de poetas en Chiapas

INAUGURACIÓN, PRESENTACIÓN DE PARTICIPANTES Y LECTURA DE TEXTOS
Auditorio del Centro Cultural “Jaime Sabines “
Día: Jueves 29 de mayo
Hora: 19:00 hrs. Mesa 1 (19-20 hrs.)
Julián Herbert
Fabián Rivera
Mario Alberto Bautista
Arbey Rivera
Luis Paniagua
Raúl Vásquez
Modera: Fernando Trejo

Mesa 2 (20-21 hrs.)
Juan Carlos Cabrera Pons
Iván Cruz Osorio
Balam Rodrigo
Sergio Loo
Marco Fonz de Tanya
Participación especial: César Gandy, cantautor.
Modera: Raúl Vázquez

LECTURA DE POEMAS
Escuela primaria Dr. Rodulfo Figueroa
Día: viernes 30 de mayo
Hora: 11:00 hrs. Mesa 1 (11-11:40)
Julián Herbert
Raúl Vázquez
Iván Cruz Osorio
Julio César Toledo
Sergio Loo
Modera: Juan Carlos Cabrera Pons

Mesa 2 (11:40-12:30)
Fabián Rivera
Fernando Trejo
Marco Morova
Ulises Córdova
Marco Fonz de Tanya
Modera: Arbey Rivera

LA POESÍA JOVEN EN MÉXICO. 5 PERSPECTIVAS.
Auditorio del Centro Cultural Jaime Sabines
Día: viernes 30 de mayo
Hora: 18:00 – 19:30 hrs.

Participan:
Julián Herbert Dualismo, geografía lingüística y estética de la formatividad: tres formas de describir a la poesía mexicana reciente.
Balam Rodrigo Novel poesía de Chiapas: por una poética de la traición.
Iván Cruz Osorio Poesía y política (en la poesía joven de México).
Raúl Vásquez De diletantes, marginales, académicos y otras curiosidades: Hacia un horizonte de la poesía joven en el sureste de México.
Julio César Toledo La última poesía en México.

Modera: Marco Antonio Martínez Espinosa


PRESENTACIÓN DE LIBROS
Auditorio del Centro Cultural Jaime Sabines
Día: Viernes 30 de mayo
Hora: 19:30 – 21:00 hrs.

Participan: Luis Paniagua Los pasos del visitante Presenta: Balam Rodrigo Sergio Loo Sus brazos labios en mi boca rodando Presenta: Arbey Rivera
Julio César Toledo Quicio Presenta: Juan Carlos Cabrera Pons
Balam Rodrigo Silencia Presenta: Iván Cruz Osorio, Luis Paniagua

Modera: Fabián Rivera


POESÍA JOVEN. EL CAMINO RECORRIDO.
Centro comunitario de aprendizaje Porfirio Encino “La Albarrada”. San Cristóbal de las Casas.
Día: sábado 31 de mayo
Hora: 18:00 hrs. Mesa 1 (18-19 hrs.) Mesa 3 (20-21 hrs.)
Juan Carlos Cabrera Pons Arbey Rivera
Fabián Rivera Marco Morova
Luis Paniagua Julio César Toledo
Raúl Vásquez Ulises Córdova
Julián Herbert Modera: Fernando Trejo
Modera: Balam Rodrigo

Mesa 2 (19-20 hrs.)
Marco Fonz de Tanya
Mario Alberto Bautista
Iván Cruz Osorio
Balam Rodrigo
Modera: Fabián Rivera

viernes, 2 de mayo de 2008

Presentación de libro DeTiranos de Ingrid Solana


Este viernes 9 de mayo presentamos el libro de Ingrid Solana, DeTiranos, en la FFyL, Pura López, María Rosa Palazón, Daniel Saldaña y yo.

miércoles, 23 de abril de 2008

Presentación de Quicio y Taller de Poesía en Chihuahua

Taller de Poesía para Jóvenes
Con motivo de la presentación de su libro “Quicio” en la Feria Estatal del Libro (este jueves 24 de abril a las 18:00 hrs) , el escritor Julio César Toledo impartirá a la juventud chihuahuense el Taller de Poesía para Jóvenes el viernes 25 de abril de las 10:00 a las 14:00 horas y de las 16:00 a las 18:00 horas.

Presentación de la revista Tierra Adentro

Literatura

Aula Magna “José Vasconcelos”Entrada LIbre.Cupo Limitado Spot sobre el Día Internacional del Libro 10:00

Octavio Paz: el ensayista. Participan: Elena Poniatowska, José de la Colina y Julio Hubard.
12:15

Octavio Paz: el crítico de arte. Participan: Teresa del Conde, Louise Noelle y Carlos Blas Galindo.16:00

La herencia de Octavio Paz en la nueva poesía mexicana. Participan: Adolfo Castañón y becarios del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes.
18:00

Octavio Paz: el poeta. Participan: Hugo Gutiérrez Vega, Josu Landa, Eduardo Lizalde Pura López Colomé y Verónica Volkow. 20:00

Presentación de la revista TIERRA ADENTRO Número 151Participan: Julio César Toledo, León Plascencia Ñol, Jorge Solís Arenazas y Mónica Nepote.

sábado, 12 de abril de 2008














Un poema breve para después del fin de semana. Y una foto con buenos amigos: Will Rodríguez, Sregio Loo y Elizabeth Posada.




Otro Lunes

Los lunes son como el silencio cojo
que sobreviene después de hacer el amor.

martes, 1 de abril de 2008

Quicio en Minería


He aquí mi librito Quicio exhibido en la feria internacional del libro del palacio de Minería (¿quién te pegó?). Mientras tanto en otro salón (que no era el de la justicia), presentabamos el libro "Por la manchega llanura" de Raquel Huerta-Nava.
Corran a las librerías educal y !compren Quicio!

sábado, 8 de marzo de 2008

Nuevo Poema

Esto que pertenece a Cantología Porcaz, espero en breve se publique...

A manera de aplausos

Cantante

canta

mientras yo me tumbo e el sillón para escucharte,

pero canta así desde la cicatríz de la quemada,
todos los días la misma gata, canta.

Porque nada sea lo mismo en tu canción, dame ese gusto,
accede a levantarte voz en vela hacia la vida,
porque eso es cantar: sentirse vivo :
cantar el agua que nunca se repite.

Cantar la vida que no es más que morirse, a pedazos,
cada vez en la garganta de otras bocas. Canta hoy,
cantante,anda.

sábado, 9 de febrero de 2008

Quicio


Por aquello del ego, acá está , por fin, Quicio, libro de poemas que publica Tierra Adentro.
Los poemas que recorren Quicio son muestra de la potencia que tiene la palabra como reconciliadora del mundo. Bajo la retórica de la introspección, el autor sumerge al lenguaje en el monólogo de la quietud, haciendo de cada poema una experiencia totalizadora. Desierto, fuego, además de la multiplicidad del tiempo el cual se logra desdoblar por el silencio, son los elementos comunes con los cuales el autor delinea su escritura. Con este libro Julio César Toledo, emprende un camino escritural signado en las ocupaciones y preocupaciones del mundo.

miércoles, 16 de enero de 2008

En palabrasmalditas.net

Con mucha reserva me he aventado a escribir textos narrativos pequeños; algunos de ellos pueden ser leído en el siguiente link, de palabras malditas:

http://www.palabrasmalditas.net/portada/index.php?option=com_content&task=view&id=853&Itemid=2



Ojalá lo disfruten.