martes, 31 de marzo de 2009

Un poema de Quicio, en estas épocas de playa


AHOGADA

¿Quién la ve justo en medio del océano?
Apenas descubierta flota
la muchacha
en estas aguas que le hicieron
de coral un mausoleo.

Ojos de nácar.

Su pecho intacto aún y sin espina
se abulta y palidece para ser
el último
terso escalón de un hipocampo.

la joven canta porque nadie le oye

¿Acaso una gaviota llevaría
a la costa
su trova de sirena?
El sol tiñe en un soplo
la enorme y confortable sepultura.

Niña virgen de todos los navíos.

1 comentario:

fausto dijo...

w o w
me quedo con esto:

¿Acaso una gaviota llevaría
a la costa
su trova de sirena?

dejo saludos