viernes, 8 de mayo de 2009

Cuando el mundo se cae

Algo breve de unas prosas que me acosan ultimamente

Y a pesar de todo sigo creyendo que tengo la habilidad de convertir ciertos momentos, cuando el mundo parece caerse a pedazos, en instantes de magia color ámbar donde una casi imposible sonrisa se asoma y todo vuelve a su centro y en tan sólo un segundo también se reconstruye y nace –perdón si suena cursi- el amor, así sin adjetivos.

1 comentario:

pk dijo...

no será la sencillez la más transparente cara de la felicidad?

vuelvo a insistir:
me gustó el último libro.

abrazo