de estos días de paternidad y fin de año:
Escribí una flor y una gota de rocío y un jardín que no se humedeció con lluvia alguna. Quise hacerte una casa en el poema, versada y limpia, de cálida sintaxis; nada hubo anoche que del frío te distrajera. De qué va este oficio que no riega ni calienta, que no sirve siquiera, con exactitud, para decir nada concreto. En las líneas de lo escrito se perdió, incluso, la intención.
Yo
Intentaré recabar fuerza y juventud para ejercer algúna profesión, y siento la tardanza, más lucrativa, más efectiva a la hora de tenerte que ofrecer.
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